Sí, organización profesional de casas, no de eventos o de bodas. Es una profesión en auge que se ha hecho muy famosa gracias a Marie Kondo, su libro y su método.
¿Qué es una organizadora profesional de casas?
Acompaña a las personas para que aprendan a ser organizadas, de forma que su casa se convierta en una aliada y no en un peso.
Es alguien que ha conectado con el poder del orden y quiere compartirlo con otras personas.
Orígenes
Aunque parece que sea una profesión muy nueva, lo cierto es que surge en los años 80 en los Estado Unidos.
Sus orígenes están ligados a un momento histórico caracterizado por el aumento del consumismo que, unido a patrones heredados de escasez y de acumulación, provoca un exceso de objetos y un aumento de caos en las casas.
La respuesta a esta situación viene de la mano de esta nueva profesión que promueve la vuelta al orden a través de la organización de los espacios.
Evolución de la profesión de organizador profesional
En sus orígenes era una profesión muy elitista, solo algunas personas podían dedicarse a ella y sólo aquellas personas más adineradas podían permitirse disfrutar de estos servicios.
Además, las técnicas propuestas normalmente eran desarrolladas por la organizadora profesional, mientras que el cliente simplemente contrataba los servicios y en muchos casos ni siquiera estaba presente en el proceso de orden.
Hoy en día, cada vez es más común que el organizador profesional sea la persona que orienta el proceso, mientras que el cliente desarrolla sus capacidades de orden a través de estas pautas concretas.
También han aumentado los métodos y propuestas de orden, así como las posibilidades de nivel de tiempo y dinero. Por lo que contar con la experiencia de un organizador profesional en estos momentos es algo accesible para todos los bolsillos.
Beneficios de trabajar con un organizador profesional
Ahorro de tiempo
Este es seguramente el beneficio más claro, concreto y visible. Es el que muchas veces anima a las personas a buscar a alguien que les ayude con el orden en casa.
Se estima que pasamos cinco horas a la semana recogiendo nuestras pertenencias. Cuando hacemos un proceso de orden profundo con una organizadora profesional estas horas disminuyen de forma drástica por lo que recuperamos, de forma sencilla, tiempo de vida.
Satisfacción personal
Aunque el primer factor es el que suele llamar más la atención lo cierto es que lo que hace que alguien quiera dedicarse a esta profesión es esta clave.
En un proceso de orden no sólo se trabaja con la parte más tangible o cuantitativa del tiempo o del orden en el espacio. Lo cierto es que muchas veces los aspectos más relevantes son los aspectos intangibles. La satisfacción personal de tener una casa ordenada, es algo que se transmite no solo a nivel físico sino también a nivel emocional. Es por esto por lo que se dice que cuando ordenas tu casa, te ordenas por dentro.
Mayor claridad en tu vida
Cuando aprendemos a discernir, qué se queda y qué se va en relación a los objetos de nuestra casa, podemos hacerlo en el resto de áreas de nuestra vida.
Cuando aprendemos a identificar el mejor lugar para cada cosa, podemos replicar estos aprendizajes en otros ámbitos como nuestro horario.
Los aprendizaje que nos regala un proceso de orden en casa, se trasladan a todos los ámbitos de nuestra vida.
Aprender a ser ordenado/a
A veces se habla del orden como si fuera algo que tienes o no tienes. Como si alguien nace con la característica del orden y otras personas no.
Esto no es real, lo cierto es que el orden es algo que se aprende, no es algo con lo que se nace, sino que es una cualidad que se desarrolla.
Lo cierto es que en la mayoría de los casos nadie nos ha enseñado a ordenar.
Así, en un proceso de orden con un organizador profesional, puedes desarrollar esa capacidad del orden.
Rutinas y rituales de orden
Hay muchos métodos de orden y aunque algunos de ellos se centran únicamente en la distribución de los objetos con relación al espacio, lo cierto es que en el orden hay más factores implicados.
Uno de esos factores son las rutinas o rituales de limpieza, que son necesarios para conseguir que ese orden sea duradero y se mantenga a lo largo del tiempo.
Así si la organizadora profesional con la que trabajas tiene experiencia también en relación a estos conceptos podrás desarrollar los hábitos y estrategias que te permitirán no sólo ordenar tu casa, sino mantenerla ordenada.
¿Quién puede ser organizadora profesional?
Aquí te dejo algunas claves para que puedas valorar si el camino del orden es tu camino.
El camino del orden empieza en ti
En primer lugar, para poder acompañar a otras personas en un proceso de orden en casa, es necesario haber vivido un proceso de orden.
Hay aspectos de esta profesión que no se pueden enseñar y que es necesario vivir.
Por eso, si todavía no has pasado por un proceso de orden en tu propia casa este sería el primer paso.
Aquí te dejamos algunos recursos que pueden ser de tu interés.
Curso orden a tu medida: un curso sencillo que te acompaña por toda tu casa en un orden concreto y con una metodología probada por miles de personas.
Aquí tú decides el ritmo de trabajo y la profundidad. Este curso va bien incluso si ya has hecho algún proceso de orden profundo, porque te permite valorar tu estado actual de orden en casa.
Curso ordena tu casa para ordenar tu vida: porque sabes que el orden va más allá de los espacios físicos. Este curso con 12 módulos, con más de 39 etapas y 10 extras te permite generar orden a todos los niveles, desde el tener, el hacer y el ser.
No sólo movemos cosas
Nuestros objetos están íntimamente relacionados con nuestras emociones. El acompañamiento en procesos de orden es también un acompañamiento emocional.
Esta parte es muchas veces la que genera más desafíos y más satisfacciones, porque si somos capaces de acompañar estos proceso de forma efectiva, podremos facilitar mucho que nuestro/a cliente consiga su objetivo de una casa ordenada.
Nuestra recomendación es que elijas una formación que haga hincapié también en la parte emocional.
Trato con personas
Quizá es algo obvio, pero es importante destacarlo. Esta profesión implica estar en contacto con personas variadas, con visiones distintas.
Para ser organizador profesional te tiene que gustar trabajar con personas.
Mejora continua
Conforme vas aprendiendo vas reconociendo todo lo que necesitas aprender. Es importante saber gestionar estas sensaciones para que sean un impulsor de nuestra mejora continua.
Formación
Aunque hayas pasado por un proceso personal, lo cierto es que cada casa es diferente y lo que funciona para una familia quizá no funcione para otra.
Por eso es necesario formarse para poder tener las herramientas necesarias a la hora de acompañar a distintas personas en sus procesos.
Curso organizador profesional
Teniendo en cuenta todos los puntos anteriores te ofrecemos el curso de certificación de organizadora profesional con el método ISETE.
Una formación probada para trabajar a los distintos niveles: tanto online, como presencial, como haciendo talleres.
Desde una perspectiva exterior con un método concreto e interior para poder gestionar el acompañamiento más emocional.
Es el momento de desarrollar una profesión capaz de transformar la vida de tus clientes a través de su casa.
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